Anteriormente en The Walking Dead, nuestros sobrevivientes se enfrentaron a demonios del pasado y combatieron nuevas amenazas, con amistades y relaciones que sufrían el creciente daño colateral que es el apocalipsis. Alexandria está severamente comprometida, quedó como un caparazón de la casa que alguna vez fue por la carnicería y devastación (forjada) por los Susurradores.

Ahora todos los que viven en Alexandria luchan por refortificarla y alimentar a su creciente número de residentes, que incluyen a los sobrevivientes de la caída del Reino y la quema de Hilltop, junto con Maggie y su nuevo grupo, los Wardens. Alexandria tiene más gente de la que puede alimentar y proteger. Su situación es terrible, ya que las tensiones se intensifican por los eventos pasados y la autoconservación sale a la superficie dentro de los muros devastados.

(Los sobrevivientes) deben conseguir más alimentos mientras intentan restaurar Alexandria antes de que se derrumbe, como muchas otras comunidades con las que se han encontrado a lo largo de los años. Pero, ¿Dónde y cómo? Más demacrados y hambrientos que nunca, deben profundizar más para encontrar el esfuerzo y la fuerza para salvaguardar la vida de sus hijos, incluso si eso significa perder la propia”.